Todas las cosas que oculta la teta de Rigoberta Bandini

Quizá no repararan ustedes, pero antes de que Rigoberta Bandini cantara 'Ay mamá' en el Benidorm Fest, la cantante dijo: "Es una canción bastante sencilla, muy clara, tampoco pretendo que haya tantas lecturas".

Pero Rigoberta predica en el desierto.

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España está convencida de que la artista favorita para ir a Eurovisión tiene más significados ocultos que toda la filosofía francesa de los últimos tres siglos.

Bandini es una 'woke' patrocinada por Soros y una 'performer' patrocinada por Chuflalandia

El calentamiento sobreanalítico tiene gracia viendo la letra ("Mamá, mamá, mamá/Paremos la ciudad/Sacando un pecho fuera al puro estilo Delacroix/Mamá, mamá, mamá") y que Bandini parece tomarse todo esto un poco a coña.

El 'hype' es tan grande que hemos olvidado que la simpleza es un valor típico del pop, y que no tiene sentido enviar las obras completas de Hegel a Eurovisión.

A esta hora de la mañana, circulan 200.000 opiniones sobre el significado profundo de la artista.

Bandini es una feminista radical y una feminista de consenso.

Bandini canta a la maternidad y a la liberación.

Bandini es una 'woke' patrocinada por Soros y una 'performer 'patrocinada por Chuflalandia.

Bandini es una gatita inofensiva y una tigresa de bengala, Bandini, Bandini, Bandini.

Si cantas 'Ay mamá' al revés, Bandini te explica la guerra de Ucrania, la crisis de las macrogranjas y cómo conseguir el cardado de Pilar Urbano en menos de siete sesiones de peluquería.

La teta de Bandini, en definitiva, cubre toda la producción de leche española para los próximos diez años, y todas las columnas gilipollescas (¡Hola!) para los siguientes diez días.

En la teta de Bandini está Foucault de cuero negro explicándole la microfísica del poder a un gatito de porcelana

Ahora bien: ¿Y si todos tienen razón? ¿Y si la teta de Bandini oculta más cosas que los textos de Baudrillard? ¿Y si la teta de Bandini es el alfa y el omega?

En la teta de Rigoberta Bandini viven criaturas que no creeríais…

En la teta de Bandini está Foucault de cuero negro explicándole la microfísica del poder a un gatito de porcelana.

En la teta de Bandini hay una tormenta hipster más torrencial que la ola de Rocío Jurado.

En la teta de Bandini hay unos enanitos de jardín haciendo una conga por imperativo legal.

En la teta de Bandini está el Dioni conduciendo un furgón blindado, perdiendo los papeles en Brasil y cantando una canción terrorífica tras salir de la cárcel.

En la teta de Bandini está Elvis dando tumbos por Las Vegas.

En la teta de Bandini cabe el Producto Interior Bruto de Zamunda, la discografía completa de U2 y todos los discursos de Fidel Castro por escrito (bueno, para que cupiera esto último quizá necesitaríamos la teta de Sabrina Salerno).

En la teta de Bandini está Buster Keaton haciendo contorsiones imposibles para no caerse al vacío.

En la teta de Bandini está Papi Chulo diciendo "me gusta el mmm".

En la teta de Bandini hay un velero llamado Libertad con un motín terrible y unos marineros metiendo fuego a todo.

En la teta de Bandini hay un francés, un inglés y un español contando chistes terribles.

En la teta de Bandini hay enormes matasuegras.

En la teta de Bandini, en definitiva, cabe absolutamente todo.

En la teta de Rigoberta Bandini está Rigoberta Bandini pidiendo calma semiótica sin que nadie le haga ningún caso.

Fuente: El Confidencial