Camilo Lara, capo de la música latina: «El eje cultural cambió y ya no es EEUU ni Reino Unido»

Si hay una persona que conoce bien qué se está moviendo en la música en el mundo ese es el mexicano Camilo Lara. Ha sido productor de Lila Downs, Norah Jones y Band of Horses. Ha remezclado a Beck, los Beastie Boys, Interpol, entre otros. Y se atrevió a convertir a Morrissey en mexicano en el proyecto Mexrrisey. Desde su estudio de Ciudad de México trabaja en los últimos tiempos con lo más puntero del hip hop, reguetón y cumbia latina como Santa Fe Klan o Natanael Cano (tienen millones de escuchas en Spotify). Lara, que ha estado varias veces nominado a los Grammy y los Grammy Latino, que trabajó durante años para EMI, tiene el olfato de lo que hoy suena, ya no solo en Nueva York o Londres, sino en otras capitales musicales como Cali, Sao Paulo, Mumbai y Lagos, además del DF. Se cuece más ahí que en Inglaterra o EEUU. "El eje cultural cambió", ratifica Lara.

En 2006 además montó Instituto Mexicano del Sonido (IMS), un proyecto con el que ya ha publicado nueve discos (el último, 'Distrito Federal', en 2021) en los que mezcla electrónica, rock, dance, cumbia, música popular y que es todo un referente para lo que ha venido después. IMS – "Todavía se sorprenden de que sea una persona"- también ha trabajado para el director Alfonso Cuarón -ambos son de la colonia Roma- en películas como 'Y tú mamá también', para Pixar con 'Coco' -la canción 'Jalalé'- o 'Narcos'. Sus últimos proyectos han sido 'Thor' y 'Black Phanter 2'. Así que, si alguien tiene algo que decir (con conocimiento de causa) sobre lo que está sonando ahora en las discotecas de todo el mundo ese es Camilo Lara.

Tenemos esta entrevista en las oficinas de la productora discográfica El Volcán en Madrid, ya que este viernes dará un concierto en la sala Copérnico. Y el sábado estará en Málaga dentro del Andalucía Big Festival.

PREGUNTA: Montas IMS en 2006 y durante todo este tiempo, aparte de este proyecto, has sido productor de algunos de los músicos latinos más importantes. Hoy en día la música latina es la más escuchada. ¿Te sientes un poco demiurgo, creador de todo lo que está pasando?

RESPUESTA: Sí y no. Yo pinchaba cumbia, estaba jugando con las cosas que oía de niño, y también había mucha gente que estaba haciendo eso. Pero pasaron muchos años hasta que eso fue entendiéndose, incluso en México donde estaba mal visto hacer cumbia. Era de pobres. Pasó mucho tiempo para que la cumbia permeara y se convirtiera en una cosa más clase mediera y que al final fuera una cosa de orgullo nacional.

P: Desde luego, ahora está por todas partes. ¿Qué cambió para que, de ser considerada la música popular de los pobres, ahora esté hasta en las discotecas más selectas?

R: Empezó a haber señales. El reguetón ayudó mucho. Muchos de los artistas famosos y mainstream empezaron a hacer guiños a la cumbia, al reguetón, a toda la mñúsica caribeña y tropical, y siento que eso abrió mucho la posibilidad de que volara y se polinizara.

P: Ahora que hablas del reguetón, que parece que es de ayer, pero en realidad lleva ya décadas.

R: ¡Sí, yo lo daba por muerto hace años y sigue vivo! (risas) La salsa sí te puedo decir que es un arte que no está muerto, pero sí se está tambaleando porque no hay cosas nuevas que estén retando el género. Pero el reguetón y la cumbia están…

P: Y la bachata.

R: Y la bachata, sí. Nunca la menciono porque no la tengo cerca, pero sí se está reinventando.

P: Por una nueva generación que está triunfando en todo el mundo. ¿Qué opinas tú de todos estos nuevos músicos que están mezclando el reguetón, la cumbia, la bachata, la electrónica, el autotune…? Estoy hablando de Bizarrap, Quevedo, Rosalía…

R: Yo trabajo más con los que me tocan del otro lado del charco. Me tocó producir a uno de los hiphoperos ahorita más relevantes que se llama Santa Fe Klan, he trabajado con Natanael Cano, que es el de los Corridos Tumbados… Me siento muy cercano a eso porque en cierta forma tengo un estudio en la Ciudad de México y todo esto forma parte de algo que está pasando. Y me gusta más esta generación que la anterior.

P: Más que la de Daddy Yankee…

R: Sí, esa. Nunca la entendí ni conecté con esa generación. Pero esta sí siento que me habla más y que lo que hacen ya no tiene esos estigmas de ser o no ser, las preguntas que tenían los artistas anteriores. Los nuevos son más todoterreno que los anteriores.

"Me gusta más esta generación de reguetón que la anterior. Son más todoterreno"

P: En España la canción del verano ha sido la de Quevedo y Bizarrap, 'BZRP Music Session #52', más conocida como 'Quédate'.

R: Sí, sí, buenísima. La semana pasada estuve con Villano Antillano y me parece fantástico. Entiendo mucho de dónde vienen y comparto mucho. Siento que cuando yo empecé lo hice por las mismas razones por las que ellos empezaron.

P: ¿Cuáles son esas razones?

R: Siento que a mí me tocó abordar la música popular porque la escuchaba, y siento que ellos también, que no tienen otra razón más allá de tener denominación de origen en lo que hacen y tener un pie en tu comunidad. Y Villano Antillano es eso. Oyéndolo hablar sentía que tenía esta cosa de comunidad. Estamos en un lugar con unos problemas tremendos que lo único que puedes hacer es que tu comunidad medio funcione, y si te toca hacer música, pues haces música.

El productor Camilo Lara (CEDIDA) El productor Camilo Lara (CEDIDA)

P: En España ha derivado en un debate generacional, de críticos… Hay quien argumenta que no es música, se crítica que no lleven músicos en los conciertos, que se ponga música grabada, que sea todo imagen, vídeo… Tú que llevas mucho tiempo en esta industria, ¿cómo ves estas reacciones?

R: A mí me divertía muchísimo y uno de mis pasatiempos favoritos es ver las críticas que le hacen al Niño de Elche los super conservadores del flamenco. Y un poco es eso. Siento que si rompes con algo vas a tener esa reacción y hay cosas que definitivamente están cambiando. No tener músicos en un show no parece tan tremendo si lo consideras un show. Si vas a ver un concierto tal vez necesitas músicos, pero un show es otra cosa… Creo que estamos elevando el espectáculo a otra cosa, así como cuando cambiaron de darte un boleto en el estacionamiento una persona a que de repente te lo da una máquina… Pues es eso. Es el cambio de formas, pero el fin es el mismo, y las dos son buenas. Daft punk tampoco llevaba músicos y todos estábamos felices.

P: Quizá es un poco de vértigo. Quienes hemos crecido con vinilos, con CDs, con tiendas de discos y que ahora esa cosa física deje de existir…

R: Sí, y el problema es que nuestra generación ha tenido un pie en las dos cosas. Cuando no tuviste el pie en el otro pues ya es muy fácil ya ni siquiera referenciarlo.

P: Estos músicos es que nacieron en los 2000…

R: Sí, sí. El otro día le preguntaba a Las Dianas [quinteto de músicas de Granada] qué representaban para ellas los cincuenta. Yo no es que los tenga cercanos, pero es una generación de mis padres, culturalmente conozco discos de los cincuenta. Y ellas no tenían la menor referencia de los cincuenta. Probablemente la referencia más cercana que tenían eran los ochenta o los noventa. Qué loco pensar eso, qué loco pensar que el ‘Nevermind’ de Nirvana sea ya una reliquia del pasado.

P: Es que ese disco tiene 30 años… lo cual asusta también.

R: Sí, sí. Pero en mi imaginario sigue siendo un disco contracultural y bastante reciente. Hay que entender que ya hubo un relevo generacional y que tiene que haberlo. Hay gente super comprometida con lo que está haciendo que tiene 19, 20 años y que entendieron el mundo de otra manera. Y eso es, no se le puede poner peros a algo que ya existe.

"No tener músicos no parece tan tremendo si lo consideras un show. Si vas a ver un concierto tal vez necesitas músicos, pero no si es un show"

P: Lo que es evidente es que la música de EEUU y de Reino Unido ya no marca el paso como antes. Y me atrevería a decir que no solo pasa en la música.

R: Cambió el eje cultural y eso lo agradeces porque con eso también llegó el K-Pop, la música de Nigeria… Ahora tenemos muchas capitales musicales. Antes era Reino Unido, EEUU, Francia de vez en cuando y para de contar. Eso habla del cambio geográfico y de que la horizontalidad de las cosas te va a llevar a que las capitales vayan girando. Es muy emocionante que Cali sea una capital musical. Eran ciudades que eran muy musicales y quizá el mundo no lo sabía.

P: Ahora con internet un éxito no solo lo puede ser en España o México sino que puede ser mundial. Lo estamos viendo y muchos lo están entendiendo así.

R: Sin duda. Y está pasando. Lo ves en tus gráficas de Spotify. El mapa cambió. Ahora puedes ir a lugares muy remotos y al menos puedes dar un concierto para 150 personas. Eso es impresionante. Puede haber una clase media de músicos que viva de esto y esté viajando por todo el mundo.

Camilo Lara (Cedida) Camilo Lara (Cedida)

P: Vienes de estar de gira en Donosti y Zaragoza en el festival Vive Latino, esta semana das un concierto en Madrid y después en Málaga dentro del Big Andalucía. Este verano ha habido una explosión de festivales. ¿Es bueno para la industria, para la música? Porque también ha habido muchas quejas…

R: Me gustan los festivales en España que tienen un poco más de carácter. Vive Latino tenía una personalidad, Porta América tiene otra… Siento que lo que pasa más en EEUU y México es que muchos de los festivales son franquicias y todos llevan a los mismos artistas. Son caravanas de músicos, todos se copian el cartel unos a otros y acaban siendo un duty free de la música en el que todos venden el mismo perfume. Eso no me gusta. Apoyo que esté habiendo festivales y se reactive la cosa, pero sería un buen momento para empezar a replantearse la idea de los festivales como una cosa única, ya que inicialmente uno iba a los festivales por su curaduría no por estar en una vorágine donde están los mismos.

P: En España también está empezando a pasar… Hay carteles muy, muy parecidos.

R: Sí, sí, eso es parte de esta idea de que, si vivimos esta experiencia tan traumática como fue la pandemia, como que muchas cosas se pueden reinventar. Y la experiencia de juntarte con otros humanoides será ahora ya una cosa que tenga otros retos y otras formas. Y los festivales donde la curaduría es importante creo que van a ser fundamentales.

P: ¿Y otros desaparecerán?

R: Habrá algunos que serán el mainstream, como ir al Walmart de los festivales, y luego ya encontrarás tu tienda local en la que te vendan más de tu barrio.

"En EEUU en los festivales todos se copian el cartel unos a otros y acaban siendo un duty free de la música en el que todos venden el mismo perfume"

P: Ahora que citas la pandemia, sacaste ‘Distrito Federal’ en 2021, pero creo que se ralentizó bastante por el confinamiento. ¿Esto cambió el disco?

R: Lo hice y estaba a punto de sacarlo cuando cayó la pandemia, entonces de ser una cosa más viva… El disco habla de la Ciudad de México, de donde soy, y del amor a tu comunidad, y siento que se volvió algo nostálgico. Fue como esa idea de México que ya no está y que no puedes salir… Ahorita todavía lo tengo muy fresco y es un disco que me remite a los tiempos de encierro. Nunca lo toqué en vivo. Toco algunas pero no monté un show especial de eso. Es un disco raro de épocas raras.

P: Entronca con una de tus grandes canciones que es ‘México’, aunque esta es mucho viva.

R: Sí, mi eje de vida ha sido girar en cosas de mi comunidad. No he hecho nada que no tenga que ver con de dónde soy. Mexrrissey sonaba muy mexicano, una combinación arriesgada, pero por lo menos nos divertimos mucho.

P: Vives mucho lo que pasa en México y tus canciones, aunque son muy bailables, también tienen mensajes políticos.

R: Sí, mis discos políticos favoritos son de baile. Me encanta The KLF, Sandinista! de The Clash. Discos en los que la postura es de baile, pero puede ser combativo y fiestero.

P: ¿Se está perdiendo esa parte más política en la música? Volvemos un poco a lo que hablábamos antes. En estos nuevos músicos política no hay.

R: Sí, cien por ciento. Si tuviera una cosa que reprocharle a esta nueva generación es eso. Los valores están más alineados a las marcas de una zapatillas que de un revolucionario. No hay división entre la iniciativa privada, la empresa, y los pensamientos políticos, y eso me asusta. Pero eventualmente va a salir uno que pase de estar ligado a marcas. Tarde o temprano aparecerá este personaje. La música pasa por corporativos y es parte de una estrategia grande para tener planes de Internet. Esto sí tendría que cambiar. Estamos todos en el mismo redil con un mundo tan privatizado que sí sería necesario sacudirlo un poco.

"Si tuviera una cosa que reprocharle a esta nueva generación es que sus valores están más alineados a las marcas que a un revolucionario"

P: ¿Escribirás alguna canción sobre López Obrador?

R: No, no… Comulgo con Andrés Manuel y me gusta que tengamos a la izquierda en el poder. Prefiero mil veces tener a la izquierda en el poder que a la derecha. ¿Que tengo comentarios sobre lo que ha hecho? Claro, como todos, pero todavía no me ha llegado una inspiración para cantarle algo.

P: En España es que lo que más polvareda levantó fue cuando dijo que tenía que pedir perdón.

R: Siento que durante muchos años tuvimos gobiernos que no querían hablar de ciertas cosas y que, de repente, está bien tener otra óptica sobre el pasado, sobre reivindicar ciertas cosas. Ahora los estudiantes muertos en Ayotzinapa se han tomado en serio y aunque es una cosa que pasó hace diez años pues se tiene que buscar la verdad. Y no estoy en contra porque venimos de una historia de mucha violencia y eso me parece interesante.

Camilo Lara (cedida) Camilo Lara (cedida)

P: Tú empezaste el proyecto IMS en Madrid. ¿Cómo ves ahora la ciudad?

R: Madrid ahora está muy emocionante. Ha tenido sus momentos y sus bajas. La primera vez que vine a Madrid fui a Madrid Rock. Tengo muchos recuerdos porque era muy fan de la época del rock en español, de la época de Radio Futura, Vainica Doble, todo eso. Para mí Madrid siempre ha sido un referente de dónde estaban los productores, los músicos. Y luego viví el inicio de la música electrónica. Conocí a Javi Pez, que tenía una sello que se llamaba Novophonic… Y hoy creo que hay mucho más que hace cinco años musicalmente hablando.

P: Y en toda esta vorágine, ¿quién va a ser la próxima estrella de la música? ¿Cuál es el futuro?

R: Cosas que respondan a la comunidad. Cuanto más locales sean más universales van a ser. Siento que ese es el futuro. Rosalía es un poco eso. Algo tan puntual que si lo logras entender como algo muy local se puede volver muy universal. Eso me da emoción. Me parece más valioso tener a alguien así, que alguien más genérico. 'Motomami' me parece un gran disco, pero siento que además tiene un pie puesto en una raíz, y eso es lo interesante. En un mundo de generalidades, una particularidad vale la pena.

Fuente: El Confidencial