Ana Guerra revela cómo la fama se le subió la cabeza al salir de ‘Operación triunfo’

Ana Guerra era una chica canaria desconocida hasta hace cuatro años. Sin embargo, 'Operación triunfo' la convirtió en una de las cantantes más relevantes del panorama español. En el último programa de 'Fuera del mapa', la joven reveló a Alberto Chicote el shock que ha supuesto esa fama repentina: "Pierdes tu foco en la vida y va todo muy rápido. Cuando salimos, tuvimos muchísimo éxito. La canción de 'Lo malo' alcanzó cifras astronómicas. Cuando no estaba en un sitio trabajando, estaba en otro. No me daba tiempo a pisar el suelo", confesó Guerra.

Ante estas palabras, el cocinero quiso saber si se le había subido la fama a la cabeza y, en ese caso, cuándo había sucedido. "Justo cuando salimos del programa, cuando empezaron a pasarnos cosas como cantar con Alejandro Sanz o con Juan Luis Guerra. Era como que todo eso era mío. Tenía un séquito de personas que me perseguían, de gente que lloraba al verme y que se desmayaba en mis conciertos… Después de eso, es difícil poner los pies en la tierra de nuevo", respondió Ana Guerra a Chicote.

"En 10 minutos, pasaba de ser la mujer más feliz del mundo a ponerme a llorar"

Sin embargo, la cantante reveló que ahora no se encuentra en esa situación de éxito: "Mi carrera ha ido hacia abajo. Tuve un impacto mediático de estar tres meses y medio en televisión. Eso desaparece cuando la gente deja de verte en la tele". Ana Guerra también comentó al presentador de 'Fuera del mapa' cómo este hecho se manifestó mediante una disminución de reproducciones: "Cada canción que lanzábamos funcionaba un poquito peor que la anterior. No alcanzábamos el éxito que queríamos tener. No conseguíamos las reproducciones que esperábamos".

Con todo lo vivido, finalmente la cantante decidió ir a terapia. "El personaje se estaba comiendo a la persona. Si yo alcanzaba los objetivos que quería, me comía la vida. Sin embargo, si quedábamos por debajo de lo que esperábamos, sentía que era un fracaso y me ponía muy triste", declaró la canaria, que además confesó cómo sus repentinos cambios de ánimo le sirvieron de alerta para pedir ayuda: "En 10 minutos, pasaba de ser la mujer más feliz del mundo a ponerme a llorar. Llevo dos años y medio en terapia y poco a poco he conseguido disociar lo profesional de lo personal".

Con todo lo vivido, Ana Guerra no está segura de si esta nueva vida le compensa. Es por ello que declaró que no sabe si repetiría la experiencia: "Es un mundo muy duro. Dentro de lo agradecida que estoy, no sé si lo volvería hacer. Ha habido momentos en los que he echado de menos cantar en la calle, sin tener que soportar horarios, jefes o protocolos", reveló Guerra.

Fuente: El Confidencial